De espadas y tronos (comentarios sobre Juego de Tronos, la serie) (iv)

Capítulo 4: Cripples, Bastards, and Broken Things

Escena n.º 1: Tyrion conversa con Theon

Ya he comentado en la primera parte de esta serie de artículos (escena n.º 4) lo absurdas y rematadamente feas que me parecieron las armaduras de la Guardia del Rey; pero las de los soldados Lannister que escoltan a Tyrion se llevan la palma. Está claro, eso sí, por dónde iban los tiros del responsable de atrezo de la serie: la armadura tiene aires orientales innegables. En concreto, japoneses: el casco semeja un kabuto (yelmo samurai), sobre todo con las dos partes de la visera levantadas: vienen a remedar las alas¹ o placas laterales del kabuto.

En cuanto al peto, las semejanzas son aún más evidentes con el dou, la pieza de armadura que protegía el pecho del samurai, en concreto los de tipo laminar.

Por si les quedan dudas, les dejo estas imágenes para que comparen:

Escena n.º 2: Entrenamiento de la Guardia de la Noche

Hacer más sangre respecto a estas escenas, después de lo anotado en la anterior entrega (escena n.º 3), sería redundante, así que lo obviaré, salvo que haya algo nuevo que comentar. Pero si tienen el gusto de volver a ver esta parte, háganme el favor de echarle un ojo a los extras en segundo plano: todo un ejemplo del ubicuo y aburridor «acuchillarse las espadas» de Hollywood, sin aderezos que lo disimulen, si bien hay que admitir que los muchachos le ponen ganas a la cosa: cuchillada va, cling, cuchillada viene, clang…

Capítulo 5: The Wolf and the Lion

Escena n.º 1: Combate entre los hermanos Clegane

En apenas veinticinco segundos esta escena acumula buena parte de los mitos asociados a las espadas a dos manos y las armaduras comentados en De espadas y falacias (i y ii), además del n.º 7, Trabar las armas y mirarse con cara de cagar duro, que no podía fallar (minuto 09:20). Cuchilladas sin apenas control, buscando el arma del oponente, tiradas con mucho aparato de fuerza y trabajo, más algún que otro forcejeo (con la habitual inexistencia de acciones propias del juego corto², por supuesto), todo regado con gruñidos para darle más traza de fiereza a la cosa.  No se me ocurre qué añadir a lo ya dicho aquí y en otros artículos. Bueno, sí, una cosa: algún día, en una escena de combate con espadas a dos manos alguien incluirá alguna técnica vistosa y razonablemente veraz, y el público quedará boquiabierto. Creedme, alguna vez pasará.

Nota adicional: Es curiosa la reacción de Sandor Clegane ante la orden de Robert: se detiene de súbito, incluso en mitad de un golpe, sin cuidarse de su hermano hará o no lo mismo… no parece algo muy sensato, ¿verdad?

Escena n.º 2: Emboscada en el camino al Valle

Es curioso, pero esta escena de combate, no muy trascendente en sí, es de las que más me han gustado de toda la serie. Probablemente sea porque refleja bien la naturaleza caótica de un combate colectivo, sin reglas ni espacio para jugar una esgrima elaborada, como en el caso de un duelo.

Atención a la acción de corte por arrastre³ de Bronn en el minuto 12:05, interesante, cuando menos; lástima que, si nos ponemos quisquillosos (y se supone que ese es el espíritu de estos artículos, ¿verdad?), una acción así solo tiene sentido sobre carne desnuda o cubierta con ropa ligera (por muy afilado que esté el filo de cualquier arma, necesita cierto impulso para causar herida⁴, y como se puede apreciar en la imagen, el oponente de Bronn lleva una pieza de tela gruesa, a modo de almófar, protegiéndole el cuello. Por último, Tyrion tiene la bondad de demostrarnos lo útil que podía ser un escudo medieval, y no solo como arma defensiva. ¿Calificación final de la escena? Aprobado alto, rozando el notable.

Escena n.º 3: Combate entre Jaime y Ned

Una de cal… Lamentablemente, no puedo mostrarme igual de entusiasta con esta escena. (Esto es una forma elegante de decir que me pareció un churro como una catedral, claro.) Veamos, un resumen rápido: después de que Jaime le atraviese un ojo a Jory con la astuta estratagema de sacar una daga cuando el otro se acerca demasiado (no niego que quede molón, pero es una acción lenta y predecible hasta decir basta: vamos, que no cuela, Jaime, bonito), y tras el momento de suspense en el que se aquilatan ambos oponentes (sonrisita chulesca el Lannister, sobrio y torturado el gesto del Stark), el combate se desarrolla con las sempiternas cuchilladas al arma, demasiado cercanas como para que no se hubiera dado alguna acción de juego corto; y para rematar, el clásico forcejeo con las armas trabadas, grrr, mientras van y vienen miradas de mala leche y, de paso, puedes aprovechar para olerle el aliento a tu oponente, si gustas.

En fin. ¿Qué añadir a lo ya dicho y redicho sobre todos estos errores? Nada, realmente. ¿Calificación final? Decepción absoluta. Pero muchos de ustedes ya me van conociendo: ¿esperaban menos?

Y hasta aquí, esta cuarta entrega. Hasta la próxima (y última) parte de esta serie.

© de las imágenes de la serie Juego de Tronos: HBO.

(Sigue en la quinta parte.)

1. Fukigaeshi, en japonés. [↩]
2. El juego corto es la  parte del combate que se desarrolla en distancia corta, y comprende acciones varias, como desarmes, golpes con el pomo y los gavilanes de la espada, acciones de mano desnuda o de cuerpo a cuerpo, como presas, golpes, patadas y estrangulamientos. [↩]
3. La tradición alemana de Liechtenauer define tres tipos de heridas con la hoja de una espada, las Drei Wünder (tres heridas): estocada, cuchillada y corte, este último referido al que se produce cuando se arrastra o empuja la hoja sobre el oponente, sin movimiento previo que la impulse. [↩]
4. Entusiastas de lo japonés en general y de las katanas en particular: sí, incluso estas. [↩]