Vicios del estilo, ii: El gerundio

1. Introducción

El empleo del gerundio —su abuso, más bien— es un tema delicado, seguido de no pocas controversias. Sin embargo, es indiscutible que hablamos de una forma verbal muy llamativa, proclive a crear sonsonetes y frases con excesiva sonoridad, cuya sobreabundancia demuestra un dominio del len­guaje deficiente, sin olvidar que, en muchos casos (en los que entraremos en detalle a continuación), su uso es incorrecto.

Citando a Azorín, «Con gerundios se escribe a lo manga por hombro». Sin embargo, no se tra­ta de desaconsejar el uso del gerundio, ni de arrinconarlo. Como el mismo Azorín reconocía: «Tal vez yo exagero y haya gerundios mansos, tratables». El gerundio tiene usos indispensables en el español, pero también no pocos usos discutibles e incorrectos. Así que este artículo trata de recomendar, sobre todo, cautela en el uso de los gerundios.

2. Definición y características:

El gerundio, tanto en su forma simple (ej.: andando) como en la compuesta (ej. habiendo andado), es una forma del verbo no personal o auxiliar, y como tal, carece de variación morfológica de persona. El gerundio comparte aspectos, además, con los adjetivos y adverbios. Uno de sus aspectos adverbiales es que podemos colocarnos donde nos plazca en una oración. Valga este ejemplo:

Andando se hace el camino.

El camino se hace andando.

El camino, andando, se hace.

Otra de sus características es la admisión de pronombres enclíticos pero no proclíticos (esto es: son válidos cantándome, cantándole, cantándonos, pero no me cantando, le cantando, etcétera). En algunos gerundios se admiten las formas diminutivas, como callandito, aunque es más usual en el español de América y en el uso familiar del lenguaje.

3. Formación del gerundio:

El gerundio tiene dos significantes ((Según el DRAE: «Fonema o secuencia de fonemas o letras que, asociados con un significado, constituyen un signo lingüístico».)): las terminaciones ando (cantando, andando) y iendo (comiendo, viniendo). En su formación tenemos dos casos:

3.1. Gerundios regulares:

Dependiendo de la terminación del verbo usaremos uno u otro significante:

3.2. Gerundios irregulares:

A) Caso primero; i por y:

En verbos como destruir, leer, caer el gerundio se formaría con el significante –iendo, resultando, en principio, las siguientes formas verbales: *destruiendo, *leiendo, *caiendo. En estos casos, claramente incorrectos, hemos de aplicar la regla ortográfica1 relativa a las palabras cuyas íes tienen rasgos conso­nánticos (forman un fonema palatal sonoro). En estos casos, la i se sustituye por y. Ejemplos: cayendo, reyes, cayado, hoyo, destruyendo.

B) Caso segundo; e por i:

Entre los verbos con gerundio irregular (cambio de la e por i) tenemos:

adherir (adhiriendo); convertir (convirtiendo); corregir (corrigiendo), decir (diciendo), bendecir (bendiciendo); contradecir (contradiciendo); maldecir (maldiciendo); predecir (prediciendo); derretir (derritiendo);divertir (divirtiendo);elegir (eligiendo (reelegir (reeligiendo); erguir (irguiendo); freír (frien­do); herir (hiriendo); hervir (hirviendo); invertir (invirtiendo); medir (midiendo); mentir (mintiendo); desmentir (desmintiendo); pedir (pidiendo); (impedir (impidiendo); pervertir (pervirtiendo); preferir (prefiriendo); repetir (repitiendo); reír (riendo); rendir (rindiendo); reñir (riñendo); seguir (siguiendo); conseguir (consiguiendo); perseguir (persiguiendo); sentir (sintiendo); presentir (presintiendo); servir (sirviendo); venir (viniendo); convenir (conviniendo); intervenir (interviniendo); prevenir (previniendo); subvenir (subviniendo); vestir (vistiendo).

C) Caso tercero; o por u:

Mucho más escaso, tenemos morir (muriendo), dormir (durmiendo) y poder (pudiendo).

4. Principales usos del gerundio:

Los principales usos del gerundio son:

A) Gerundio en oración independiente: acompañado del verbo «estar» o un verbo auxiliar equivalente, el gerundio tiene una función «durativa» (denota duración).

Ejemplo: «Juan estaba pintando el cuarto cuando llegó Ana». En este ejemplo, el gerundio sir­ve para especificar la duración de la acción; Juan aún pintaba el cuarto cuando llegó Ana.

B) Gerundio en oración subordinada: en este caso, el gerundio expresa una acción que acom­paña en el tiempo a la acción principal de la oración.

Ejemplo: «Juan pintaba el cuarto sonriendo». (Viene a expresar que la acción del gerundio, sonreír en el ejemplo, acompaña en el tiempo a la acción principal de la oración, pintar.)

5. Aspectos de su uso:

5.1. Tiempo:

La acción del gerundio, respecto a la del verbo principal, puede ser simultánea, inmediatamente anterior o inmediatamente posterior. Veamos cada caso con más detalle:

A) Acción simultánea al verbo principal:

Para este primer caso nos vale el ejemplo anterior: «Juan pintaba el cuarto sonriendo». Es fácil reconocer este tipo de gerundios, dado que podemos sustituir el gerundio por la construcción mientras + verbo de la acción simultánea (en el mismo tiempo que el verbo principal, se entiende): «Juan pintaba el cuarto mientras sonreía».

B) Acción anterior al verbo principal:

En el ejemplo siguiente «Tomando el libro, Juan señaló un párrafo» puede comprobarse fácilmente que la acción del gerundio precede de forma inmediata a la del verbo principal; Juan toma el libro y a continuación señala uno de sus párrafos.

Entran también en este caso los gerundios compuestos, cuya acción siempre es anterior a la principal. Ejemplo: «Habiendo examinado la cerradura, Juan dijo que la habían forzado».

Como en el anterior caso, podemos sustituir estos gerundios por construcciones del tipo «después de», «tras que», más el verbo en infinitivo (o infinitivo compuesto, en el caso del gerundio compuesto). Ejemplos: «Después de tomar el libro, Juan señaló un párrafo»; «Tras haber examinado la cerradura, Juan dijo que la habían forzado».

Asimismo, las construcciones con en + gerundio, ya en desuso, son siempre anteriores a la acción del verbo principal. Ejemplo: «En bebiéndose el vino, Juan salió del cuarto».

C) Acción posterior al verbo principal:

Este tercer caso agrupa a los llamados gerundios «de posterioridad», que son objeto de frecuentes discusiones por parte de los gramáticos, algunos de los cuales no lo consideran como correcto. Sin duda es el más problemático y proclive a provocar errores. Para que sea válido, la acción del gerundio debe ser inmediatamente posterior a la del verbo principal.

Ejemplo: «Juan salió del cuarto, ya pintado, cerrando tras de sí la puerta». En este ejemplo se deja claro que la acción del gerundio (cerrar la puerta) es inmediatamente posterior a la acción del verbo principal (salir del cuarto).

Sería incorrecto:

«Juan vivió unos años en la casa del campo, marchándose dos años más tarde a la ciudad.»

Es más que recomendable tener mucho cuidado con los gerundios de posterioridad. No está de más «curarse en salud» y, de usarlos, asegurarse de que la acción del gerundio sea inmediatamente posterior a la del verbo principal y que, además, concluya en un lapso relativamente breve.

5.2. Sujeto:

El sujeto de la acción del gerundio es, en la mayor parte de los casos, el mismo de la oración en la que se encuentra. Así, en «Juan pintaba el cuarto sonriendo», el sujeto de la acción principal de la oración, pintar, y la del gerundio, sonreír, coinciden (Juan).

Extraordinariamente, el sujeto de la acción del gerundio puede ser el complemento directo de la oración. Es este otro punto controvertido en el uso del gerundio. Según Manuel Seco2, el gerundio «puede ser sujeto de la acción del gerundio el complemento directo de la oración, pero solo —según Cuervo— cuando el gerundio denota una actitud que se toma, una operación que se está ejerciendo o un movimiento que se ejecuta ocasionalmente en la época señalada por el verbo principal: «Tuvo la sorpresa de encontrarlo en un extremo del muelle hablando con Iturrioz» (Baroja, cit. Spaulding)».

Por lo tanto, no serían correctas oraciones como esta: Te envío una carta incluyendo fotos (la alternativa más lógica sería: Te envío una carta que incluye fotos, o: Te envío una carta con fotos). Tampoco sería correcto, por supuesto, referir el gerundio a otros elementos de la oración; nos dice Seco: «Es incorrecto, según Cuervo, referirlo [el gerundio] a otros complementos: Oirá la voz del héroe admirándonos con su fortaleza, del sabio predicando la verdad, y la del Siervo de Dios acusando nuestra tibieza; o al predicativo: La Religión es Dios mismo hablando y moviéndose en la humanidad. Se ve más clara la anomalía en estos ejemplos: «Ambos sois del pueblo esforzándose [=que se esfuerza] hacia la altura» (Maragall, Elogios, 90); «El honrado labriego, senci­llo y sin letras, hablando [=que hablaba] con dificultad la lengua castellana» (Unamuno, Religión, 441)».

5.3. Carácter adverbial del gerundio:

El gerundio tiene un marcado carácter adverbial y su uso se justifica cuando explica o aclara la acción principal, expresando modo (lo hizo sonriendo), medio (corriendo pudo llegar a tiempo), condición (aunando nuestras fuerzas podremos conseguirlo) o tiempo (Yendo al trabajo le llamaron del hospital). Hay que evitar la inclusión de gerundios sin ese carácter adverbial. Según Manuel Seco, «de otra forma se convierte en un mero adjetivo del sujeto, como ocurre en este ejemplo: «Ciento setenta y siete buques de la Armada, despla­zando 1.021.510 toneladas (…)»; donde debió decirse, en lugar de desplazando, que desplazan».

6. Usos particulares:

6.1. Gerundio en oraciones nominales:

El gerundio se usa aquí en oraciones sin verbo personal; según Manuel Seco, en oraciones que «expresan una acción ocasional en su transcurso, en su producirse. Se presentan en exclamaciones: ¡Una casa ardiendo! (‘una casa está ahora, ante mis ojos, ardiendo’), o en títulos de obras literarias o pictóricas —en que se quiere representar una cosa a lo vivo, poniéndola a los ojos del espectador o lector—: Las ranas pidiendo rey; Napoleón pasando los Alpes (‘las ranas están, en este relato, pidiendo rey’; ‘Napoleón está, en este cuadro, pasando los Alpes’).»

6.2. Gerundio en construcciones comparativas:

Es correcto el uso del gerundio precedido de como con valor comparativo. Ejemplo: Le contó aquello como riéndose. Equivale a la construcción como si + subjuntivo (Le contó aquello como si se riera). No son correctos usos provenientes del francés o el inglés, como estos (tomados del Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, de Manuel Seco):

«El rey ha declarado nulas las resoluciones adoptadas por los diputados…, como siendo ilega­les e inconstitucionales. (Martínez de la Rosa.)»

«El periódico ‘South China Morning Post’ cita hoy a viajeros procedentes de China como di­ciendo que todos los consulados soviéticos han sido ahora cerrados. (Ya, 30.10.1962.)»

6.3. Gerundio especificativo:

No es normal el uso del gerundio para especificar o individualizar una parte de un conjunto. Ejemplo: Ya no quedan (…) más personas (…) llevando (…) el apellido de Landrey. (Emilia Pardo Bazán). Lo correcto sería usar «que llevan».

6.4. Gerundio adjetivo:

Salvo en los casos de ardiendo e hirviendo, el gerundio no debe emplearse como adjetivo. Es vá­lido: Un chorro de agua hirviendo o: Me trajo un papel ardiendo, pero no: Me trajo una piedra brillando; lo correc­to sería sustituir el gerundio por una proposición relativa: Me trajo una piedra que brillaba.

7. Conclusiones

El gerundio es una forma verbal con muchos usos problemáticos e incorrectos. Incluso en el caso de que se emplee de forma correcta, el abuso de gerundios, sobre todo como nexo entre oracio­nes, dice poco a favor de nuestro dominio del idioma. Es más que recomendable tener mucho cuidado a la hora de usar el gerundio, dado el gran número de peligros que encierran los usos menos «canóni­cos» de esta forma verbal.

Para estar seguros de que hacemos un uso correcto de los gerundios podemos atenernos a tres reglas básicas, derivadas de lo expuesto en el punto 5. (Nota: un gerundio que incumpla una de estas reglas no tiene por qué, necesariamente, ser incorrecto. Pero si las cumple podemos estar seguros de su corrección.)

A) Primera regla. Tiempo:

La acción del gerundio, respecto a la del verbo principal, será simultánea o inmediatamente an­terior en el tiempo. Solo se admitirán como correctos los gerundios de posterioridad cuya acción sea inmediatamente posterior (y, pese a su corrección, se recomienda encarecidamente limitar el uso de los gerundios de posterioridad).

B) Segunda regla. Sujeto:

El sujeto de la acción del gerundio coincidirá con la del verbo principal.

C) Tercera regla. Adverbio:

El gerundio debe actuar como adverbio del verbo principal. Puede expresar modo (lo hizo sonriendo), medio (corriendo pudo llegar a tiempo), condición (aunando nuestras fuerzas podremos conseguirlo) o tiempo (Yendo al trabajo le llamaron del hospital).

© 2004, Zaral Arelsiak, José María Bravo, Óscar Camarero, María de los Ángeles Flores, Israel Sánchez. Publicado bajo licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-No Derivadas 3.0 Unported.

  1. Descrita en el apartado 2.5.1 de la Ortografía de la Lengua Española. []
  2. Diccionario de dudas y dificultades de la Lengua Española. []