Nací al suroeste de España (en 1976, por si quieren saberlo). Aunque cursé estudios de ingeniería técnica, siempre he sentido fascinación por las palabras. Me he dedicado a la Prevención de Riesgos Laborales hasta no hace mucho, pero mi verdadera vocación es la narrativa y sus entresijos.
Me apasiona en especial el género fantástico, dentro del cual he escrito unos treinta cuentos y relatos, varias novelas cortas y una novela larga.
Durante mis años mozos publiqué en diversos fanzines de la «época dorada» del fandom español. Coedité, junto a Andrés Díaz Sánchez, el fanzine Sangre y Acero; fui el fundador de la lista de correo Espada y Brujería y la página web homónima en su primera etapa.
Creo firmemente que las buenas novelas no se etiquetan por géneros. La aventura, el misterio, el terror, la fantasía, el humor, el romance o el erotismo son elementos inherentes a cualquier historia que merezca ser contada. Perfilar personajes creíbles, elaborar una trama sólida y desarrollarla en una ambientación (la que prefieras) rigurosamente documentada es lo que puede llegar a convertir esa historia en una gran historia, no su género. Es precisamente lo que caracteriza la obra de mis autores favoritos. Pío Baroja, Robert L. Stevenson, Gabriel García Márquez, Dashiell Hammett, Paul Auster, Humberto Eco, Raymond Chandler, Edgard A. Poe, Henry Rider Haggard, Quevedo, James Ellroy, H. P. Lovecraft, Cormac McCarthy, Fritz Leiber y Joe Abercrombie son solo algunos de ellos.
Soy aficionado a la historia militar, la mitología y la esgrima antigua (tengo la suerte de poder practicarla gracias a las escuelas de la AEEA, la Asociación Española de Esgrima Antigua). Los videojuegos, las series de TV en versión original y, por supuesto, la lectura ocupan buena parte de mi tiempo de ocio restante.
Desde 2010 mantengo un blog, en el que recopilo artículos sobre escritura, fantasía y otras hierbas. Te invito a visitarlo.
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