Herramientas del oficio, i: Material de consulta

tools En mi sector (el del montaje y mantenimiento industrial, por si sienten curiosidad), todo profesional que se precie tiene una caja con las herramientas de su oficio. Se las conoce al dedillo y sin ellas no puede trabajar en condiciones, o no puede trabajar, a secas.

El caso del escritor no es muy distinto, por más que algunos iluminados crean que solo basta con “tener ideas”. Su oficio es escribir, y para hacerlo con oficio, ha de disponer de herramientas, y conocerlas bien. Y para esto, antes que cualquier otra cosa, incluido ese concepto tan inasible y mal entendido como el talento (fruto principalmente del esfuerzo, que no de la genética), lo más importante es la actitud. En mi opinión, un buen escritor debe tener un interés constante por mejorar su dominio del idioma; debe dudar, hacerse preguntas, tener inquietud por aprender.

Jamás deberíamos pensar que ya lo sabemos todo, que ya dominamos lo suficiente del oficio como para no molestarnos en mirar en el diccionario una palabra o asegurarnos de que usamos bien una expresión. Además, si de verdad lo supiéramos todo… ¿qué gracia tendría escribir?

Así que debemos ser humildes, ante todo. Y conocer las reglas. Incluso si queremos romperlas. No: especialmente si queremos romperlas. (Eso sí: aunque las reglas están para romperse en ocasiones, no ocurre así con los principios que rigen el lenguaje, bastante inalterables.)

Toda esta parrafada, viene a ser una excusa para presentar una relación de las herramientas útiles para el escritor. En esta primera entrega abordaré los materiales de consulta que considero básicas para todo escritor que aspire a mejorar en su oficio.

Como se suele decir, son todas las que están, pero no están todas las que son. (Y si he olvidado alguna que consideréis importante, no dudéis en dejar un comentario al respecto poniéndome verde.)

Vamos primero con los manuales de consulta y diccionarios que recomiendo vivamente (haré anotaciones cuando lo considere oportuno):

* Varios autores. Diccionario de la lengua española. 22.ª edición. Espasa, 2001. ISB 97-884-2396814-5.

El más señero, aunque no el mejor necesariamente, de los diccionarios del español. Tengo la edición en dos volúmenes. Dispone de edición electrónica y es posible consultarlo en red. (Ver más abajo.)

* Seco, M. Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Espasa, 2004. ISBN 97-884-2399425-0.

De entre los manuales de consulta para el uso del español, este es sin lugar a dudas mi favorito. Conciso pero de una precisión admirable, resulta una gozada leerlo incluso al albur, hojeando sus páginas guiado por la curiosidad. Muy recomendable.

* Moliner, M. Diccionario del uso del español. 3.ª edición. Gredos, 2007. ISBN 97-884-2492886-5.

Excelente diccionario de incuestionable calidad y solera, aunque con un precio prohibitivo. Como el diccionario de la RAE, dispone de edición electrónica.

* Varios autores. Diccionario panhispánico de dudas. Espasa, 2005. ISBN 84-294-0623-9.

Lo de panhispánico es porque comprende (o se supone) los distintos matices del español según regiones. Este manual de la RAE es la respuesta a las dudas lingüísticas más habituales del uso del español. Es posible consultarlo en red. (Ver más abajo.)

* Varios autores. Diccionario de sinónimos y antónimos. Espasa, 2005. ISBN 97-884-6701947-6.

* Varios autores. Ortografía de la lengua española. Espasa, 1999. 84-239-9250-0.

Como bien sabréis casi todos a estas alturas, en especial si seguís esta bitácora, la RAE sacará a la luz en breve una nueva edición de su Ortografía, de mayor entidad, por otra parte, que esta edición. (Son apenas 160 páginas.) Al margen de polémicas, es uno de los libros que interesa tener cerca (y leerse de vez en cuando, por otra parte).

* Alarcos Llorach, E. Gramática de la lengua española. Espasa, 1999. ISBN 84-239-7922-9.

Otro para tener a mano en caso de duda, si bien es algo árido para mi gusto.

Estas son las fuentes para dudas a las que suelo acudir con más frecuencia y que considero imprescindibles. Tengo algunos libros más, que a modo de curiosidad pondré aquí:

* Chamorro, M. I. Tesoro de villanos: Diccionario de germanía. Herder, 2002. ISBN 84-254-2220-5.

¿Qué era la germanía? Abreviando mucho, la jerga de los maleantes del s. XVI y XVII. Fue tan rica y variada que aún hoy empleamos términos y expresiones derivadas de ella (como por ejemplo trena por cárcel). Siento una especial predilección por ella y me gusta usarla para dar “sabor” al diálogo “de época”. Este es otro de los libros que he leído salteado, por puro placer, si bien, como material de consulta en sí, adolece de una búsqueda inversa (esto es: buscar un término de germanía a través de su equivalente actual).

* Luque, J. de D.; Pamies, A.; Manjón. F. J. El arte del insulto: Estudio lexicográfico. Península, 1997. Atalaya. ISBN 84-8307-057-X.

Además de ser un libro divertido, curiosísimo y muy interesante, y aunque no es en sí un libro de consulta, dispone de una compilación de insultos según temáticas, en varios idiomas y con etimologías, que no tiene desperdicio.

* Aroca Sanz, J. Diccionario de atentados contra el idioma español. Ediciones del Prado, 1997. ISBN 84-7838-934-2.

Este libro se centra en usos incorrectos del idioma, con un tono desenfadado que incluye un particular sistema de clasificación para los “atentados” contra el idioma español que condena en sus páginas. No lo considero un manual para de consulta en sí, pero no deja por ello de ser interesante.

Una de cal y otra de arena: todos estos libros que he citado antes son cosas del pasado como herramientas de consulta. Uno podrá tener más o menos reticencia a aceptar el libro electrónico como el futuro de la lectura como ocio, pero hay que ser muy terco para no admitir que los libros de consulta no tienen sentido hoy en día: son anacronismos per se.

Todos estos libros serían mucho más valiosos como herramientas de consulta si tuvieran una contrapartida electrónica indexada, esto es, una consulta que de forma fácil permitiera consultar dicha fuente (y si es en hipertexto, mejor que mejor). Así que abogo por el uso de servicios de consulta en red, como estos:

* Diccionario de la RAE (Real Academia de la lengua Española): buscon.rae.es

* Diccionario panhispánico de dudas: dpd.rae.es

* Wordreference.com: aunque wordreference.com está orientado a la traducción, también tiene un diccionario de español (www.wordreference.com/definicion/) y otro de sinónimos  y antónimos en español muy útil: www.wordreference.com/sinonimos/. La ventaja es que las entradas se muestran con vínculos a discusiones en el foro de Wordreference.com.

* Wikipedia: sí, la wikipedia. Esto enarcará más de una ceja, pero la wikipedia es un excelente punto de partida para consultar cualquier duda.

* Herramientas en línea de Lenguaje.com (proveedor de tecnología lingüística de Microsoft): www.lenguaje.com/herramientas/herramientas.php

Si no se dispone de conexión a internet, o se prefiere la consulta offline, es posible recurrir a aplicaciones de consulta. Esto viene a ser otro anacronismo, aunque en menor medida; y me explico: si los libros de consulta impresos son como a la escritura la tinta y el papel, estos vienen a ser la máquina de escribir. Son mejores, pero siguen estando desfasados. Aún así sigo usando alguna de estas aplicaciones, como las que siguen:

* Microsoft Bookshelf: aunque actualmente descatalogada y con más de diez años de antigüedad, esta aplicación sigue siendo útil como diccionario rápido tanto de español como español/inglés y viceversa, aunque el uso principal que le doy es el de consulta de sinónimos y antónimos.

* DRAE: la versión informática de del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. He usado dos versiones, la correspondiente a la edición vigésimo primera y la vigésimo segunda. La vigésimo primera es mucho más ágil, pese a su antigüedad (es la que aún uso habitualmente). A destacar la búsqueda por abreviaturas y marcas.

* DUE: Diccionario del uso del español de María Moliner en versión electrónica. Muy completo, con la posibilidad de conjugar verbos y una sección de gramática muy completa estructurada en árbol.

* Tesauro de lenguaje.com: Lenguaje.com ofrece una aplicación con las siguientes funcionalidades: Conjugador, Tesauro (sinónimos y antónimos), Verificador (un corrector ortográfico) y Guionizador (para separar las palabras en sílabas).

La he probado recientemente y no está mal, aunque se me colgó con demasiada frecuencia debido a problemas con el portapapeles. La pega es que es de pago, y la verdad, no creo que merezca la pena pagar si puedes consultar los mismos servicios gratuitamente en su página.

Y eso es todo. En siguientes entregas me ocuparé de otras herramientas del oficio, en concreto software de utilidad para escritores.